Por Eldiberto Jesús Ríos Fajardo
El devenir en el tiempo de San Martín de las Flores se reconstruye a partir de su aparición y noticias en la historiografía local como documentos de archivo, bibliografía y notas hemerográficas; fuentes que en ocasiones llegan a ser insuficientes para describir de manera densa el pasado de la localidad. En este sentido, también las fuentes orales juegan un papel fundamental llenando un vacío documental a través de las narraciones y testimonios, y preservando además el conocimiento histórico tal y como fue percibido por sus protagonistas.
Si bien, el pueblo de San Martín de las Flores es una localidad pequeña del municipio de Tlaquepaque, su historia abarca un período amplio que corre desde sus posibles orígenes en la época prehispanica, el proceso de Conquista, su devenir durante la Colonia, su paso y desarrollo durante los siglos XIX y XX, hasta las condiciones que guarda en la actualidad.
Por otra parte, es necesario mencionar que el contexto histórico de esta población se encuentra íntimamente vinculado a la región tonalteca, tanto en el aspecto civil como religioso; y naturalmente, al municipio de Tlaquepaque y al Occidente de México. Así también, a lo largo del devenir temporal, se ha llegado a articular una zona socioeconómica y productiva alrededor de San Martín de las Flores y las comunidades aledañas, con las que comparte parte de su historia y su cultura.
Por otra parte, es necesario mencionar que el contexto histórico de esta población se encuentra íntimamente vinculado a la región tonalteca, tanto en el aspecto civil como religioso; y naturalmente, al municipio de Tlaquepaque y al Occidente de México. Así también, a lo largo del devenir temporal, se ha llegado a articular una zona socioeconómica y productiva alrededor de San Martín de las Flores y las comunidades aledañas, con las que comparte parte de su historia y su cultura.
Época prehispánica y Conquista
En la actualidad no se conserva ningún rastro arqueológico en la zona; sin embargo, existen vestigios que permiten señalar que esta área y sus alrededores estuvieron poblados durante la época prehíspánicas, reforzados además por la tradición oral de sus habitantes, quienes mencionan haber visto lo que posiblemente fueron tumbas de tiro en las faldas del cerro de la Cruz. Con base en esta información, algunas investigaciones proponen que esta parte bien pudo haber sido un centro ceremonial y religioso de la región.
Para la llegada de los españoles a principios de 1530, las crónicas señalan que San Martin de las Flores, posiblemente conocido como Tlaxicoltzingo, se encontraba sujeto al reino de Tonalá o Tonallán, al cual pertenecían también varios pueblos de la región, entre los que se encontraban Toluquilla, Zalatitán, Coyula, Tateposco, Tepichi (San Sebastián), Tequepexpan, Tetlán, Tololotlán, Tlajomulco Juchitlán y Atemajac. Este señorío era gobernado entonces por una viuda cacica de nombre Cihuapilli Tzapotzinco. De acuerdo a estos relatos, fue precisamente en San Martín donde los indígenas del reino de Tonalá se encontraron por primera con las huestes de Nuño de Guzmán.
En general, la conquista del señorío se dio de manera pacífica, salvo algunas escaramuzas que se dieron con algunos grupos de indios inconformes, como fueron los naturales de Tetlán. La fecha de capitulación del reino de Tonalá se dio formalmente el 25 de marzo de 1530 con el bautismo de la cacica que tomó el nombre de Juana Bautista Danza. A partir de entonces se creó un corregimiento al cual quedaron sujetos varios pueblos de la región, entre ellos San Martín de las Flores.
En el ámbito religioso, fueron los frailes franciscanos quienes en un principio se hicieron de la Parroquia de Tonalá, a la cual pertenecía San Martín de las Flores. Para el año de 1570, la orden de San Agustín tomó el lugar de los franciscanos dejando a San Martín en calidad de visitaduría del Priorato de Santiago de Tonalá. Serían los agustinos quienes ordenaron la construcción de la primera capilla, una pequeña iglesia dedicada al Verbo Encarnado, actual recinto de la biblioteca.
Luego de años de dificultades, para finales del siglo XVIII los agustinos dejaron la parroquia de Tonalá, por lo que el clero secular asumió el cargo. Para entonces se tienen noticias de que en San Martín existían dos cofradías o hermandades, una consagrada a Nuestra Señora de la Asunción y la otra a Nuestra Señora de la Soledad, que además contaba con un hospital de indios ubicado en el sitio que actualmente ocupa la Delegación municipal.
En la Descripción y Censo General de la Intendencia de Guadalajara realizado por José Menéndez Valdez en la última década del siglo XVIII, San Martín es referido como un pueblo de indios bajo la autoridad de Tonalá, con una población de 589 habitantes, ubicada a tres leguas al poniente de Guadalajara.
A lo largo del siglo XIX, San Martín quedó dentro de la jurisdicción del Cuarto Departamento con capital en Zapotlanejo, adscrito al Primer Cantón de Guadalajara. Durante este período, el poblado fue mencionado en varios documentos y estadísticas en los que se dio cuenta de su actividad económica, situación geográfica y número de pobladores.
Para 1883, San Martín pasó a la jurisdicción de San Pedro, pero sería hasta que se decretaron los límites municipales en 1892, que la comunidad quedó incluida de manera definitiva como parte del municipio de Tlaquepaque. En lo que se refiere al ámbito espiritual, San Martín continuó a cargo del curato de Tonalá.
Es durante este mismo período que se tienen noticias de San Martín en materia educativa, pues llegó a trabajar a la comunidad la profesora Feliciana Rezas, quien fungió como directora de la escuela oficial que ya se había abierto en el poblado.
Pasada la Revolución, y luego que la Constitución de 1917 derogara la división por cantones, San Martín al igual que otros pueblos, fue designado una comisaría perteneciente al municipio de Tlaquepaque. Estas comisarías posteriormente se convirtierían posteriormente en las actuales delegaciones municipales.
Un hecho significativo y relevante para la historia de la comunidad, fue la constitución del Ejido de San Martín de las Flores el año de 1924, el cual incluía terrenos que iban desde el Arroyo de En Medio, El Álamo hasta Las Pintas. El reparto agrario benefició a más de 400 jefes de familia, a quienes se les distribuyeron más de 1500 hectáreas. Asimismo, se creó una defensa civil conformada por ejidatarios y auspiciada por el gobierno, que tenía como propósito el resguardo de los terrenos recién adquiridos.
Durante la década de 1920 y debido al conflicto religioso de la época, llegaron a San Martín los primeros misioneros de la Iglesia Anglicana, quienes rápidamente lograron formar una amplia comunidad, estableciendo su ministerio en primera instancia en la iglesia de San Martín Caballero, la cual había sido abandonada por los católicos luego de iniciada la Guerra Cristera. En 1936 los anglicanos, a cargo del ministro Josué Díaz, iniciaron la construcción de su propio templo consagrado al Buen Pastor.
Cuentan los habitantes que durante esta época el profesor Luis Arias Amado llegó a trabajar a la comunidad como director de la escuela rural. El maestro Arias es recordado por haber emprendido distintos proyectos sociales y tenido una puntual atención y seguimiento de sus estudiantes, quienes a la postre formarían la primera generación de profesores de San Martín. Entre sus logros estuvo un primer remozamiento de los terrenos frente a la iglesia, acondicionando este espacio para el esparcimiento de los habitantes. Se menciona que a raíz de su intercesión, los feligreses católicos lograron recuperar la iglesia de San Martín Caballero, ocupada hasta entonces por los anglicanos.
Para la llegada de los españoles a principios de 1530, las crónicas señalan que San Martin de las Flores, posiblemente conocido como Tlaxicoltzingo, se encontraba sujeto al reino de Tonalá o Tonallán, al cual pertenecían también varios pueblos de la región, entre los que se encontraban Toluquilla, Zalatitán, Coyula, Tateposco, Tepichi (San Sebastián), Tequepexpan, Tetlán, Tololotlán, Tlajomulco Juchitlán y Atemajac. Este señorío era gobernado entonces por una viuda cacica de nombre Cihuapilli Tzapotzinco. De acuerdo a estos relatos, fue precisamente en San Martín donde los indígenas del reino de Tonalá se encontraron por primera con las huestes de Nuño de Guzmán.
En general, la conquista del señorío se dio de manera pacífica, salvo algunas escaramuzas que se dieron con algunos grupos de indios inconformes, como fueron los naturales de Tetlán. La fecha de capitulación del reino de Tonalá se dio formalmente el 25 de marzo de 1530 con el bautismo de la cacica que tomó el nombre de Juana Bautista Danza. A partir de entonces se creó un corregimiento al cual quedaron sujetos varios pueblos de la región, entre ellos San Martín de las Flores.
Época Colonial
Un documento esencial en la historia de la comunidad es indudablemente el llamado "fundo legal" otorgado por el rey Carlos V al pueblo de indios de San Martín en el año de 1547. En él se reconoce jurídicamente el poblado, su extensión y sus límites tomando como punto de referencia la cruz atrial, símbolo de la conquista espiritual.En el ámbito religioso, fueron los frailes franciscanos quienes en un principio se hicieron de la Parroquia de Tonalá, a la cual pertenecía San Martín de las Flores. Para el año de 1570, la orden de San Agustín tomó el lugar de los franciscanos dejando a San Martín en calidad de visitaduría del Priorato de Santiago de Tonalá. Serían los agustinos quienes ordenaron la construcción de la primera capilla, una pequeña iglesia dedicada al Verbo Encarnado, actual recinto de la biblioteca.
Luego de años de dificultades, para finales del siglo XVIII los agustinos dejaron la parroquia de Tonalá, por lo que el clero secular asumió el cargo. Para entonces se tienen noticias de que en San Martín existían dos cofradías o hermandades, una consagrada a Nuestra Señora de la Asunción y la otra a Nuestra Señora de la Soledad, que además contaba con un hospital de indios ubicado en el sitio que actualmente ocupa la Delegación municipal.
En la Descripción y Censo General de la Intendencia de Guadalajara realizado por José Menéndez Valdez en la última década del siglo XVIII, San Martín es referido como un pueblo de indios bajo la autoridad de Tonalá, con una población de 589 habitantes, ubicada a tres leguas al poniente de Guadalajara.
Independencia y siglo XIX
Una vez consumada la Independencia de México, la primer noticia que se tuvo de San Martín en este período, fue su adhesión a favor de la causa federalista, proclamada a través de su ayuntamiento el 18 de agosto de 1823.A lo largo del siglo XIX, San Martín quedó dentro de la jurisdicción del Cuarto Departamento con capital en Zapotlanejo, adscrito al Primer Cantón de Guadalajara. Durante este período, el poblado fue mencionado en varios documentos y estadísticas en los que se dio cuenta de su actividad económica, situación geográfica y número de pobladores.
Para 1883, San Martín pasó a la jurisdicción de San Pedro, pero sería hasta que se decretaron los límites municipales en 1892, que la comunidad quedó incluida de manera definitiva como parte del municipio de Tlaquepaque. En lo que se refiere al ámbito espiritual, San Martín continuó a cargo del curato de Tonalá.
Es durante este mismo período que se tienen noticias de San Martín en materia educativa, pues llegó a trabajar a la comunidad la profesora Feliciana Rezas, quien fungió como directora de la escuela oficial que ya se había abierto en el poblado.
Primera mitad del Siglo XX
Para el año de 1901, el pbro. Jaime de Anesagasti y Llamas, realiza un reporte de una visita pastoral a San Martín de las Flores, en ella da cuenta de la situación de abandono en que se encuentran, tanto los feligreses como sus iglesias. Estas mismas necesidades fueron evidenciadas por algunos pobladores, pues en 1918 enviaron una carta a la Sagrada Mitra en la que solicitaban la presencia regular de un sacerdote, pues hasta entonces los clérigos sólo acudían en calidad de visita y de manera esporádica.Pasada la Revolución, y luego que la Constitución de 1917 derogara la división por cantones, San Martín al igual que otros pueblos, fue designado una comisaría perteneciente al municipio de Tlaquepaque. Estas comisarías posteriormente se convirtierían posteriormente en las actuales delegaciones municipales.
Un hecho significativo y relevante para la historia de la comunidad, fue la constitución del Ejido de San Martín de las Flores el año de 1924, el cual incluía terrenos que iban desde el Arroyo de En Medio, El Álamo hasta Las Pintas. El reparto agrario benefició a más de 400 jefes de familia, a quienes se les distribuyeron más de 1500 hectáreas. Asimismo, se creó una defensa civil conformada por ejidatarios y auspiciada por el gobierno, que tenía como propósito el resguardo de los terrenos recién adquiridos.
Durante la década de 1920 y debido al conflicto religioso de la época, llegaron a San Martín los primeros misioneros de la Iglesia Anglicana, quienes rápidamente lograron formar una amplia comunidad, estableciendo su ministerio en primera instancia en la iglesia de San Martín Caballero, la cual había sido abandonada por los católicos luego de iniciada la Guerra Cristera. En 1936 los anglicanos, a cargo del ministro Josué Díaz, iniciaron la construcción de su propio templo consagrado al Buen Pastor.
Cuentan los habitantes que durante esta época el profesor Luis Arias Amado llegó a trabajar a la comunidad como director de la escuela rural. El maestro Arias es recordado por haber emprendido distintos proyectos sociales y tenido una puntual atención y seguimiento de sus estudiantes, quienes a la postre formarían la primera generación de profesores de San Martín. Entre sus logros estuvo un primer remozamiento de los terrenos frente a la iglesia, acondicionando este espacio para el esparcimiento de los habitantes. Se menciona que a raíz de su intercesión, los feligreses católicos lograron recuperar la iglesia de San Martín Caballero, ocupada hasta entonces por los anglicanos.
Gracias!! Mensionas La llegada de la iglesia anglicana en 1920 y fue en 1930. Mensionas el inicio de la cristiada en 1936 pero termino en 1929 y segunda etapa fue en 1934.1940. Mensionas al maestro jose arias amado pero tal vez fue Jose Luis Arias Amador. Graciar!!!
ResponderEliminarPues he eeee más omenos pero jenial
ResponderEliminar😉
ResponderEliminarPues más o menos pero me servira de halgo
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